25/4/2024
Política

Cuando las piedras también votan

Francesc Arroyo - 02/10/2015 - Número 3
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Las urnas dieron a la candidatura de Junts pel Sí 62 diputados, repartidos de forma bastante desigual. En la provincia de Barcelona, la más poblada, logró 32 escaños, los otros 30 proceden de las circunscripciones de Tarragona (9), Girona (11) y Lleida (10). La ley electoral catalana prima los territorios despoblados. En Barcelona, un diputado cuesta 48.521 votos; en Lleida, 20.915, y se sitúa en torno a los 30.000 en Tarragona y Girona. Barcelona y su área metropolitana es la zona con mayor industrialización y es también donde Junts pel Sí logra menor porcentaje de votos. Lleida es predominantemente agrícola y en esa provincia la candidatura de Artur Mas se llevó 10 diputados frente a 5 de las demás fuerzas, aunque solo obtuvo (y no es poco) el 55% de los votos.

Algo similar ocurrió en Girona: el 56% de los sufragios sirvieron para dar a Junts pel Sí 11 escaños, dejando otros 6 para el restante 44%. Tarragona tiene un potente sector primario, pero también núcleos industriales. El resultado es un reparto diferente: 9 diputados de Junts pel Sí y 9 para el resto de formaciones. Eso sí, a la lista avalada por Mas le bastó lograr el 41% de los votos. Mas y Junqueras han pasado los dos últimos años fingiendo que pretendían aprobar una ley electoral que corrigiera estas desigualdades. Todo ha quedado en nada. La propuesta más ecuánime, la defendida desde hace décadas por ICV, proponía que Cataluña fuera una circunscripción única. No ha sido tenida en cuenta. Sus dirigentes, los actuales y los del pasado, siempre han sospechado que algo tendría que ver el hecho de que el actual sistema favorezca a las candidaturas mayoritarias (hasta hace cuatro días, CiU y PSC). Con la circunscripción única, en la que cada voto tendría el mismo valor, Junts pel Sí hubiera logrado 55 diputados, siete menos, que hubieran sido para PSC, Catalunya Sí que es Pot y CUP (uno para cada formación), tres más habrían ido a Unió (ahora fuera del Parlamento) y el último para el Pacma (Partido Animalista). Ciutadans y PP se hubieran quedado igual.