El SOL y Urgoiti

un gallo arrogante que en pie sobre una bobina de papel levantaba su cresta hacia el sol naciente. El 1 de diciembre salía El Sol, un proyecto que había procurado el apoyo de ciertos sectores empresariales, y la colaboración de un núcleo admirable de periodistas e intelectuales. Nació como un periódico nuevo, moderno, independiente pero comprometido con la creación de una opinión pública formada y educada. Todas las noches, en su sede de la calle Larra, se sentaba Urgoiti con el director, Félix Lorenzo, y con los colaboradores más cercanos, entre ellos el propio Ortega. Era el “Olimpo”, como se conocía en el mundo de la prensa aquellas reuniones que marcaban el rumbo del periódico, y que en los momentos difíciles duraban hasta altas horas de la madrugada.
Mercedes Cabrera