Juan Ignacio Crespo es estadístico del Estado y autor de Cómo acabar de una vez por todas con los mercados (Deusto, 2014) y de ¿Por qué en 2017 volveremos a entrar en recesión? (Deusto, 2016).
Entre 1999 y 2008 el precio de las materias primas subió prácticamente sin retrocesos. En julio de 2008 esta tendencia se invirtió. El valor del petróleo llegó a descender hasta un 76%. Tras un periodo de recuperación que duró hasta 2011, comenzaron a caer de nuevo los precios, tendencia que ha estado vigente en los últimos 5 años y que es reflejo de la desaceleración de la economía china y mundial. Está por ver si esta ralentización se transforma en recesión global.
La caída de la producción industrial global no tiene por qué contagiarse a los restantes sectores de la economía, pero la probabilidad de que lo haga es bastante elevada
La economía china se ha convertido en la pieza clave de la economía mundial. El PIB de China y, sobre todo, su sector industrial se han ido desacelerando, por lo que su necesidad de importar materias primas ha decrecido. El impacto se ha hecho notar sobre todo en las economías de los países emergentes y, de manera menos notable, en las de países desarrollados como Estados Unidos y Alemania
La evolución del yuan y la fuga de capitales preocupan más a los mercados que las caídas bursátiles, pero el problema de fondo es el menor crecimiento y la transformación en una economía de servicios